Te dejamos una lista de claves para comunicarte con tu estilista que te ayudarán para que la experiencia del salón sea agradable y placentera.
Tener un buen salón de referencia de donde salgas siempre contenta es básico para evitarte disgustos capilares, esencial para que la conversación sea fluida y salgas de allí como querías o incluso mejor.
– Sinceridad ante todo, y no solo al principio, no salgas de una peluquería poniendo cara de que todo está bien y te eches a llorar en el camino a casa.
– Siempre lleva varias fotos de lo que quieres, y deja claro qué color, forma y corte te gustaría.
– Ve con las ideas claras, siempre puede ocurrir un cambio repentino de opinión. Pero no te sientas obligada a comprar o hacerte algo en el pelo que el profesional te sugiera, tu opinión es la última palabra porque el cabello es tuyo.
– Cuidado con los extras, si no quieres que la cuenta suba sin tú quererlo, pregunta qué productos o tratamientos se cobran aparte. Si estás de acuerdo, perfecto, pero la idea no es salir con la sensación de que te han engañado.
– Habla durante el proceso, no esperes al resultado final si ves que algo no te está cuadrando. Pregunta todas las dudas que tengas, el peluquero puede equivocarse porque es humano, pero mejor decir a tiempo las cosas a lamentarlas después.